Volviendo

Será que siempre, un poco por causalidad, termino volviendo todos los eneros. Siempre me inundan las mismas sensaciones; primero (obviamente) una profunda vergüenza. Vergüenza, sí. Incluso antes que la nostalgia. Esa reacción, tan primitiva en mí, no me sorprende en lo más mínimo, porque es la expresión objetivable de todos los fantasmas con los que aprendí a convivir. Bueno, aprendí es estirar al máximo la verdad. Intentar hacerlo es más apropiado. 
Siempre repito la misma rutina. Leo todo de un tirón y experimento un bochorno tremendo. Pienso en borrarlo y empezar desde cero, algo que, en primera instancia, es incluso gracioso. Nunca termino haciéndolo, porque soy bastante cobarde y un poco pretenciosa, o demasiado arrogante, o incluso poco sincera conmigo misma, porque, ¿en realidad me avergüenza?
Es enero, está lloviendo y otra vez amaneció sin que haya dormido, rutina que se repite desde que me acuerdo. Estoy en mi cuarto de adolescente rodeada de cosas que le pertenecen a una persona que ya no existe. Supongo que por eso me pone incómoda leer todas las cucarachas que vomité acá durante años. 
Sin ánimos de que suene cliché, creo que todas las cosas que nos pasaron terminan definiendo lo que somos. 
Para mi hablar en primera persona nunca es una opción viable; entonces lo escribo. Es un ejercicio que hago desde que me acuerdo. Las personas llaman a sus amigxs; yo lloro bastante, me lavo la cara, y escribo. Alguna vez lo definí como una forma de sacarme la mierda de adentro. Eso también me lleva a cuestionarme (sumamos otra instancia más de reflexión, ¡cómo si no tuviera miles!) la herramienta, nunca termino de entender si me está curando a destrozando. 
La Florencia que leo acá, puede no gustarme, pero soy (o fui) yo, entonces elijo abrazarla en vez de cuestionarla. Necesario. Me gustaría volver incluso a decirle algunas cositas, frases aisladas que sé que entendería a la perfección, porque los bocetos de todo siempre estuvieron latentes. Algunas de las frases elegidas serían:
- No te esfuerces por pertenecer. 
- No vayas si no querés hacerlo.
- Sí, sos feminista. No, eso no está mal. Incluso es lo que va a salvarte. 
- La respuesta está siempre en lo colectivo. 
- Los mates que empezaste a tomar de madrugada son tu lugar seguro.
- Está bien que no quieras quedarte mucho tiempo. 
- Está bien que no quieras pelear todas las batallas. 
- Tus amigxs también van a salvarte. No están donde vos pensás, o sí, pero no solamente ahí. 
- Te gustan las lentejas. Probalas. 



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