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Mostrando entradas de julio, 2011

Las despedidas son esos dolores dulces .

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Esta historia, en la que las luces y las sombras luchan en lo más profundo del alma humana y en la que se nos muestra que son nuestras decisiones las que forjan nuestro destino.

Me estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras.   Dijo: "Te quiero" . Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era casi asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo. "Hasta ahora no te lo había dicho", murmuró, "no porque no te quisiera, sino porque ignoraba por qué te quería. Ahora lo sé". Pude respirar, me pareció que la bocanada de aire llegaba desde mi estómago.   El deleite frente al misterio, el goce frente a lo inesperado, son sensaciones que a veces mis módicas fuerzas no soportan. "Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estás hecha de buena madera". Quizá ese momento haya sido excepcional, pero de todos modos me sentí vivir.   Esa opresión en el pecho,   SIGNIFICA VIVIR.

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Dada la índole del mundo, tenemos esperanzas en acontecimientos que, de producirse, sólo nos proporcionarían frustración y amargura ; motivo por el cual los pesimistas se reclutan entre los ex esperanzados, puesto que para tener una visión negra del mundo hay que haber creído antes en él y en sus posibilidades.   Y todavía resulta más curioso y paradojal que los pesimistas, una vez que resultaron desilusionados, no son constantes y sistemáticamente desesperanzados, sino que, en cierto modo, parecen dispuestos a renovar su esperanza a cada instante , aunque lo disimulen debajo de su negra envoltura de amargados universales, en virtud de una suerte de pudor metafísico; como si el pesimismo, para mantenerse fuerte y siempre vigoroso, necesitase de vez en cuando un nuevo impulso producido por una nueva y brutal desilución.   

LA LEYENDA DEL DiOS MOMO .

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MOMO  es un dios de la mitología griega. Como todo relato mitológico, su leyenda tiene los matices increíbles de cualquier otra leyenda de este tipo.  Tiene MOMO un rictus de seriedad en su rostro que puede atribuírsele a su origen. MOMO es descendiente directo de CAOS ( abismo del que todo habría de surgir ) y su madre fue NYX ( la noche ). ¿Qué se puede esperar de quien pasó su infancia divina entre hermanos como ERIDE ( la discordia ), MORO ( el destino ), TANATO ( la muerte ) y APATE ( el engaño )? Veamos -preguntó Zeus-, ¿qué puedo esperar de tí? MOMO , todavía un niño, miraba sorprendido a Zeus sin alcanzar a comprender por qué, quien todo debía saberlo, aparentaba ser tan ignorante y, mientras restregaba sus mocos por las barbas del gran dios, respondió:  - No te pediré propina los domingos. La leyenda mitológica cuenta que MOMO , fue elegido como juez para resolver una disputa que mantenían los dioses  Hefestos  ( dios del fuego ),  Hades  ( dios de los infiernos )
Tengo la admirable ( ¿despreciable? ) capacidad de borrar lo malo y recordar los momentos gratos. Así, aún después de escribir atrocidades acerca de él, puedo llamarlo por teléfono y hablar como si nada, con voz de enamorada y suspiros cariñosos. Sí, es lamentable. Quizás hasta tenga memoria selectiva : archivo solamente los documentos, pensamientos, fotografías, escritos y demás, que me hagan recordar los buenos tiempos .  En alguna de mis peores épocas llegué a inventar conversaciones para no sentirme sola.   Mi imaginación siempre fue más fuerte que mi racionalidad cuando se trata del “amor” o lo que sea que esto es. Pero es que yo no puedo   ser una de esas tipas que andan siempre  con el corazón en la mano.  A mi me cuesta ser cariñosa. SIEMPRE DOY MENOS DE LO QUE TENGO .  Mi estilo de querer es ese, un poco reticente, reservando el máximo sólo para las grandes ocasiones. Quizá haya una razón y es que tengo la manía de los matices, de las gradaciones.  De mod

Ser o no ser >

¿Podemos vivir sin que la vida tenga un sentido perdurable? , ¿podemos   sólo pasar desapercibidos?, ¿cuál es el sentido de la vida? . Vivimos sumergidos en la rutina de todos los días y no nos damos cuenta que cada instante, cada segundo de nuestras vidas es único. La vida se trata de decisiones. Todo el tiempo nos vemos empujados a decidir desde lo más insignificante, hasta algo que podría cambiar nuestra vida para siempre. Creo que somos artífices de nuestro propio destino. Vamos paso a paso eligiendo que queremos hacer, que no, que nos gusta, que nos disgusta. Dentro de estás decisiones se mezclan lo que consideramos que es el bien y el mal, la ética de cada uno, los valores. Escuché una vez, que la ética es siempre lo que al otro le falta, hecho que resalta nuestra manía de siempre encontrar los errores en los demás, jamás buscar faltas en nuestras acciones. También nos preguntamos, ¿qué es hacer el bien?, ¿nosotros hacemos el bien?. Es entonces, cuando se suele llegar a

« ¿All you need is love? ».

¿Cómo era la canción de los Beatles? « All you need is love » . ¿Es cierto? ¿Todo lo que se necesita es amor? Uno quisiera creerlo, sobre todo cuando está enamorado y los fantasmas acechan. Fantasmas ectoplasmáticos pero otros, menos gaseosos, también. ¿Qué destruyó al amor de Romeo y Julieta y a ellos mismos? La guerra entre Capuletos y Montescos, se dirá. O el mundo. O la envidia de los emocionalmente estériles. O la represión. O la buena suerte. ¿Cómo? ¿La buena suerte? Sí, la buena suerte. Apliquemos simplemente una pizca de experiencia no-literaria y otra pìzca de sentido común. Ni los buenos ni los malos . No se fabrican con realidades ni con sueños desmesurados. No con deseos modestos. Con sueños ocultos, vergonzosos y frustrados. He aquí algunos: El amor eterno. La fortuna bien o mal obtenida pero bien aplicada. La superación individual de barreras como la raza, la clase, la religión o la familia hostil. La victoria del bien . La derrota del mal.