ASO día 4
Hoy dije muchas veces en voz alta que estaba intentando reducir el mínimo el cinismo. No se si es estrictamente una mentira, pero la verdad es que estoy fracasando estrepitosamente. De nuevo empecé a darle vueltas a la idea de pertenecer y terminé enojándome con la tibieza, y digo tibieza por no tener una forma adecuada de llamarlo. Había tomado una decisión antes de todo esto y estaba llevándolo bien. Nos pasamos la tarde pintando un pañuelo blanco gigante para colgar en el balcón, que da al pulmón de la cuadra y no se ve de desde ningún ángulo. Mañana es 24 de marzo. Gonzalo lo dibujó y yo lo pinté. En el medio hablamos de boludeces y me explicó un par de términos jurídicos para que yo los entienda y por primera vez sentí que no quería demostrar nada. Hablamos sobre las funciones del Estado y sobre Perón. Después le pedí que ventile su cuarto y me dijo que lo había hecho ayer. Insistí en la necesidad de que eso se haga todos los días y me dijo que no le gustaba porque se llenaba