Las almas repudian todo encierro.

Debería salir a la vida con papel y lápiz para poder inmortalizar todo lo que pasa por mi cabeza, en el momento exacto en que se me ocurrió. Recién, por ejemplo, estaba enseñándome con una pizzera, cuando pensé lo extraño que es que todo encaje. Es decir, que todo esté armoniosamente arreglado, que, por una vez, nada empañe esos momentos en los que es difícil creer que las cosas van a empeorar. Ojalá fuera tan fácil como agarrar una esponja de acero, y deshacerte de toda la mugre, de todo lo que está de más. Qué loco, ¿no? Siempre que llovió paró, esa frase también significa que aunque las cosas estén bien, aunque "el clima sea perfecto", eso no va a durar. Puede que sea una visión un poco pesimista, pero me molesta mucho que me vengan con el positivismo barato, la filosofía de que "everything is gonna be alright" cuando quiero pensar que todo es una mierda.

"No siento amor, no siento nada ,  quiero dormir en una cama.  Que no me hablen, que no me expliquen,  que no me miren, no me supliquen".  Te amo, Fito.

Que yo no estableciera contacto con él no significaba que quisiera evitarlo, ni que me hubiera decepcionado. Que yo no diera señales de vida no significaba que supiera nada de eso ni nada nuevo de él, mi silencio no me traicionaba, todo era como siempre durante nuestr a breve frecuentación, dependía de que él sintiera vaga añoranza o se acordara de mí.

"Por suerte ya he establecido qué cosas no voy a dejar: tu risa llena de estrellas, el rock, el vino y el bar".