Bienvenido al maravilloso mundo de los celos -pensó-. Por el precio de su entrada, obtiene un maldito dolor de cabeza, un deseo casi irresistible de cometer un homicidio. Y un complejo de inferioridad. ¡Viva!

Comentarios

Entradas populares de este blog

NADA MÁS VIOLENTO QUE LO ASFIXIANTE DE LOS VíNCULOS FORZADOS.

Todos somos mortales hasta el primer beso y la segunda copa de vino.

Ser o no ser >