Hay cosas que nunca voy a entender. Como mi capacidad para romper cosas o el hecho de que tropiece no, uno, no dos, sino infinitas veces con la misma piedra . . . 
Y cuando le explico a la gente mis aventuras (mejor dicho, desventuras) buscando desesperadamente que alguien me de una explicación tipo "causa-efecto" se limitan a reírse, o lo que es peor, a dar respuestas insensatas y tan carentes de sentido que logran convencerme, -cada día más- de que, al fin de cuentas, estoy sola. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ahora sé que existen otros modos de habitar la distancia

Ser o no ser >

Todos somos mortales hasta el primer beso y la segunda copa de vino.