No quiero más grises.

¡Era tan fácil!
Bah, en realidad nunca lo fue.
Desde tiempos inmemoriales uno va caminando y haciéndose la idea de que darse cuenta de todo en su momento y forma va a ser una tarea más bien orgánica y carente de barreras. Claro que ahí es donde la teoría mágica de la transformación de la mirada hace que casi todo se convierta en un dilema fatal. Distorsionamos más de lo que creemos y puede llegar a ser una profunda crisis de fe la que lleve a poner en duda lo establecido, ayer el coleccionismo hoy la tecnología, es raro pero con el tiempo también se hace rutina.
Hace meses que no se donde estoy, que no se lo que quiero. Creo que eso es porque no se lo que vos querés. No puedo avanzar. La vida es contradictoria, lo sé, pero siento que si no me decido no voy a poder seguir. Hoy es blanco o negro, no hay grises. No me servís gris. No te quiero gris. 

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