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Ahora sé que existen otros modos de habitar la distancia

 Se murió mi mamá. Es la primera vez que puedo escribirlo y todavía no pude decirlo en voz alta.  Todavía no pasó un primer 8 de abril. Qué ironía cuando Fito cante "abril otra vez para que no tengamos nunca mas soledad" y yo me haga chiquita.  Todavía no pasó la primera Navidad. O en realidad sí, la anterior, la primera que no viajé a mi casa, sin saber que era la última. Esta la voy a pasar sola en Madrid. Podría intentar gestionar esa especie de ritual, de pasar todas en un lugar diferente como un esbozo de escudo ante la tristeza y creyendo que en realidad es una elección cool y que forma parte de la lista interminable de cosas que hacemos por primera vez. Como una especia de primer día del resto de mi vida. Todavía no paso el primer 21 de enero, pero sí pasaron muchos que igual vivimos separadas porque siempre parecía que tenía otra cosa que hacer. Y la tenía, era cierto, pero ahora ningún argumento suena convincente.  Sí paso el primer 16 de septiembre sin su l...

El pensadero de Dumbledore: cuerpo

Quizás hoy sí necesito que sepas lo que es importante, ¿cómo establecerlo? Lo que te conmueve. Eso que te conmueve te da forma. Esa forma con la que no te amigas. Hoy sí tenés que mirarte con otros ojos o con los mismos, pero con amor. Amor. Lo que te perturba es no emanar belleza. Esa belleza que te contaron y leíste en los libros. Te perturba no encontrarla en lo que vos crees que sos. No te gustan ni tus manos porque son grandes y gruesas. Las uñas sí, delgadas y delicadas y eso termina dándote más bronca. Tus ojos marrones que no deslumbraron a nadie. Siempre me acuerdo que escuché que son feos. Pero también escuché que te reís con los ojos y eso es lindo. ¿Qué es lo "lindo"? Seguramente no que la piel sobre por todos lados. Flácida. Cuelga. Surcada de líneas que juntas escriben todo lo que odias de vos. La boca roja te hace sentir libre y valiente. El labio superior sobresale y no te molesta, nunca supe bien por qué. Tu cabello. Qué alivio fue amigarte con él. Cuán...

ASO día 4

Hoy dije muchas veces en voz alta que estaba intentando reducir el mínimo el cinismo. No se si es estrictamente una mentira, pero la verdad es que estoy fracasando estrepitosamente. De nuevo empecé a darle vueltas a la idea de pertenecer y terminé enojándome con la tibieza, y digo tibieza por no tener una forma adecuada de llamarlo. Había tomado una decisión antes de todo esto y estaba llevándolo bien. Nos pasamos la tarde pintando un pañuelo blanco gigante para colgar en el balcón, que da al pulmón de la cuadra y no se ve de desde ningún ángulo. Mañana es 24 de marzo. Gonzalo lo dibujó y yo lo pinté. En el medio hablamos de boludeces y me explicó un par de términos jurídicos para que yo los entienda y por primera vez sentí que no quería demostrar nada. Hablamos sobre las funciones del Estado y sobre Perón. Después le pedí que ventile su cuarto y me dijo que lo había hecho ayer. Insistí en la necesidad de que eso se haga todos los días y me dijo que no le gustaba porque se llenaba...

ASO día 3

Domingo. Para mi siempre es un día difícil. Ni bien me mudé sola a la La Plata era el día que más me costaba atravesar. Lloraba mucho y no salía de mi casa. Empecé a mirar a Boca y eso lo hizo mucho más fácil. Después me salvaron mis amigxs, pero eso no es novedad. Me levanté tarde, participé de una trivia donde confundí la derecha con la izquierda (otra vez) y dormí muchas horas de siesta que ahora van a pasarme factura. Fui hostil por las redes todo el día. No estoy orgullosa. Me sentí bastante mal en el trayecto y recorrí lugares, propios y ajenos, poco felices. También recomendé libros y facilité pdfs. Me prometí a mí misma dejar esa actitud y mañana hacer ejercicio. Hoy no entré a la página de la OMS, no miré exhaustivamente los gráficos, no analicé cada ciudad. Anoté en un papelito los casos confirmados, los nuevos y lxs muertxs. Cociné para mi hermano y para mí durante muchas horas y me sentí mejor.

ASO día 2

Terminé un libro, me anoté en un intercambio de mails durante el aislamiento, sentí que me ahogaba y lloré. No hice la rutina de ejercicio que desde hace 2 días dije que iba a hacer. Me levante una hora después de que suena la alarma (hay cosas que no cambian) y dejé un pedido hecho al supermercado por internet que incluye vino y chocolates. La batería del celular me dura menos del tiempo que paso despierta. Hoy me pregunté en voz alta si debería estar estudiando. Cuando me levanté, abrí el balcón de par en par y escuche el mensaje que todos los días suena por altoparlante en las calles de todas las ciudades del país: aislamiento social obligatorio preventivo, quedate en casa. Personas famosas grabando muchos spots, incluidos Los simuladores y el Duki. Nunca pensé que esos personajes pudieran estar conectados. Me quedé callada y me pareció absurdo. En estos días repetí muchas veces “esto lo contaré de vieja” porque me quedan 3 finales para recibirme pero con una pandemia mundial...

ASO día 1

Era cuestión de tiempo, iba a necesitarlo. Mi departamento de La Plata con Néstor y Estanis no iba a alcanzar. Las paredes iban a comprimir todo, de repente, como esas trampas que dicen que había en las tumbas del antiguo Egipto, que te terminaban aplastando e incluso algunas tenían bordes filosos que te despedazaban. Debería guardarme algo de dramatismo para los días que quedan. Acá quería agregar algo lindo sobre lo aliviada que me siento con las medidas del gobierno, y lo importante que es tener Ministerio de Salud. Quería, también, agradecerle a Cristina y de paso resaltar que Florencia logra conmoverme. Cuando escribe, la siento. Quería decir que estoy orgullosa de Alberto y que lo siento un poco padre de todxs; pero quería hacerlo de una forma más poética y pretenciosa. No me salió pero igual lo escribo, como cuando anoto cosas en mi block de notas de wpp o digo algo, porque aunque no encuentre la forma que siento adecuada, es mejor que nada. Quería también hablar sobre las ...

Instrucciones para capear el mal tiempo

En primer lugar, no se desespere y en caso de zafarrancho no siga las reglas que el huracán querrá imponerle. Refúgiese en la casa y asegure los postigos una vez que todos los suyos estén a salvo. Comparta el mate y la charla con lxs compañerxs, los besos furtivos y las noches clandestinas, con quien le asegure ternura. No deje que la estupidez se imponga. Defiéndase. A la estética, ética. Esté siempre atento. No les bastará empobrecerlo y lo querrán someter con su propia tristeza. Ríase estentóreamente. Mófese: la derecha está muy podrida. Será imprescindible cenar juntos cada día hasta que la tormenta pase. Son cosas simples, sencillas, pero no por ello, menos eficaces. Diga hacia el costado buen día, por favor y gracias. Y me cago en Dios cuando lo soliciten desde arriba. Tírele con lo que tenga, pero nunca solx. Ellxs saben cómo emboscarlo en la desprevenida soledad de una tarde. Recuerde que los artistas serán siempre nuestros. Y el olvido será feroz con la compar...