haydías


Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Éste es uno de esos días.
Todavía podemos aspirar a la grandeza. Nos pido ese coraje. Todos, una y otra vez doblegamos. Pero hay algo que no falla y es la convicción de que –únicamente- los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana.

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