Capacidad de sentir empatía

Supongo que es lógico mirar para atrás y no reconocerse. No sé, una vez leí por ahí que por eso la cabeza es redonda, para que cambie el pensamiento, ¿no? Porque no está bueno tener la mente de unx nenx de quince a los veinte, ¿no? 

Si a los doce no te perturban las injusticias y podes vivir como si nada siendo consciente de las desigualdades y, en algunos casos, estar de acuerdo con las mismas, se puede decir que a esx nenx le hace falta madurar y salir un poco a la vida para ser capaz de sentir empatía; ¡como si la empatía naciera con el correr de los años! Empezás a perder las esperanzas cuando llegan los veinte y pico y la situación sigue igual. ¿Cómo es posible ser joven de esa manera? 

Hay tantas vidas de rodillas que no puedo concebir que no te importe. No me entra en la cabeza. No es una cuestión de ideologías políticas, no te confundas. Es otra cosa, que va mucho más allá. Es estar del lado que te necesita. Es involucrarte y alegrarte por medidas que nos benefician a todos sin importar la clase social a la que pertenezcamos, porque cuando se gana un derecho hay que festejarlo. Hay que bailarlo. Hay que gritarlo.
Porque la represión siempre va a estar mal. Y si no estamos de acuerdo ahí no vamos a estar de acuerdo en nada. Así de radical.
Porque podes intervenir con alegría todo lo que se cante el orto, ¡pero la lucha de las abuelas es sagrada!
Porque a pesar de que hoy me duela y me esté carcomiendo la bronca esto sirvió para que terminemos de identificarnos, y, por qué no, para que tomemos partido. Porque vamos a estar ahí. No los vamos a dejar. No nos han vencido. 

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Suele pasarme.
Nada que ver.
Adoré.

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