Gris.

En mi cabeza, le doy colores a los días. Este lunes, por ejemplo, entra en los días grises. No necesariamente por sus nubes, comparte lugar en la lista con hermosos (para algunos, no hay nada más subjetivo que la belleza) días soleados, o noches increíblemente estrelladas, pero innegablemente grises. 
Lazos invisibles se crean entre los días y mis estados de ánimo. Hoy yo también soy gris. Yo también estoy nublada. Yo también ando con ganas de llover. 

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