Necesito mate hasta la cinco de la mañana.
Necesito olor a tierra mojada cuando llueve, a pasto recién cortado.
Necesito no escuchar autos las 24 horas del día.
Necesito charlas incoherentes, absurdas.
Necesito quejarme de lo incómodo que es vivir en el culo del mundo.
Y creo que también necesito dormir. 


La ciudad de las diagonales me consume.

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